Logotipo es una parte fundamental de la identidad visual de una marca. Es por eso que hoy vengo con siete principios generales que debe tener un buen logotipo.
No importa si le encargas tu logo a un diseñador, o si lo haces tú misma, o si usas uno de los que venden ya prediseñados… da lo mismo. Estos principios te van a servir para poder evaluar mejor si el trabajo que le estás contratando a otro, o el que estás haciendo tú misma, va por buen camino.
Pero antes de entrar en materia, hay algo que quiero aclarar: aunque estos son principios aplicables de manera general, nada es absoluto… el mejor logo no es el que se diseña siguiendo principios rígidos ni recetas, sino el que sea crea teniendo en cuenta las características y condiciones propias de cada caso.
Dicho esto, vamos a ver cuáles son estos principios que deben cumplir (y cumplen generalmente) los mejores logos.
características de un buen logo
1. simplicidad
Un logo es un identificador gráfico de algo abstracto (una marca). Un logo no es una imagen que deba describir cada aspecto de tu negocio, ni es una ilustración detallada de todo lo que hace, ni debe representar literalmente todos los conceptos que hay detrás de esa marca.
Todo lo que entorpezca la comunicación de un mensaje, crea ruido, interferencia… y si en algo tan concentrado como un logotipo tenemos demasiada información que procesar e interpretar, nos va a crear ruido. En el diseño de logotipos (y en el diseño en general) la mayoría de las veces, menos es más.
Por otra parte, los logos sencillos, sin adornos innecesarios y sin que parezca que salieron del pleno barroco, son más fáciles de recordar y esto, como verás más adelante, es vital para un buen logotipo.
Y fíjate que cuando hablo de recargar a un logo no hablo solo de la parte de las ilustraciones o figuras que lo acompañan. También me refiero a que el texto del logo no esté recargado, a que no tenga todos los colores del arcoíris y algún otro que inventemos por el camino, a evitar los degradados de colores (a mi me encantan los degradados, pero en un logo muchas veces no quedan bien, así que hay que andarse con cuidado con esto), y a combinar tipografías que no van bien juntas.
2. representatividad
Esta característica te puede parecer contradictoria con respecto a lo que te acabo de decir de la sencillez de un buen logo, pero deja que te explique a qué me refiero.
Un logotipo debe ser la síntesis de una marca, pero no de lo que hace necesariamente, sino de su esencia, de su personalidad. Y si no, dime qué tiene que ver una manzana mordida con tecnología, o una sirena con café… nada. En cambio, sí que tienen que ver con la experiencia y la personalidad de esas marcas.
A eso es a lo que me refiero con que un buen logotipo debe ser representativo… debe ser fiel a la personalidad y a la identidad de la marca que representa. Un logotipo que no identifique a una marca con su esencia, la está identificando con otra cosa… ¡y eso no debe suceder!
Por eso es que hay que ponerle tanto análisis y cuidado a diseñar un buen logo, y no debe escogerse por caprichos o gustos que no tienen nada (o poco) que ver con la esencia de la marca.
3. escalabilidad
Esta característica también está estrechamente relacionada con la sencillez, y es que un logotipo debe ser reproducible a diferentes escalas: desde el tamaño de un cartel a la entrada de una tienda, hasta pequeñito para que quepa en una tarjeta de presentación, o en una memoria flash que se entregue como regalo corporativo.
Y no debe perder legibilidad en esos tamaños pequeños. Cuando se imprima a pequeña escala, no debe ser una mancha apenas legible, no… debe poder verse bien y ser reconocible aunque esté en formato mini.
Y esto es algo que los logotipos recargados, con miles de adornos, o con tipografías caligráficas de mala calidad (tan de moda últimamente) sencillamente no se logra.
Aunque ojo, esto no quiere decir que no se puedan diseñar logotipos con tipografías caligráficas ni mucho menos. Pero hay que escoger muy bien las tipografías (o diseñarlas muy bien en caso de que sea algo hecho a medida) y tener en cuenta el rendimiento y legibilidad de ese logotipo en diferentes escalas. Hay veces que es necesario diseñar también variaciones de ese logo para utilizar a distintos tamaños.
Volviendo al ejemplo de Apple… ¿sabes por qué el diseñador de la manzana de Apple la hizo con una mordida? Según explica él mismo el mordisco “está ahí por cuestión de escala, para que cuando el logo estuviera pequeño se siguiera identificando con una manzana y no con una cereza.”
4. pregnancia (memorabilidad)
La pregnancia no es otra cosa que la capacidad de una forma visual para captar la atención y ser recordada. Es un concepto que se utiliza mucho en el ámbito del diseño, pero lo que quiere decir es que, un buen logotipo debe ser memorable. Debe dejar una marca en la memoria de quien lo vea, debe poderse recordar fácilmente.
Y esto querida, es difícil de lograr con un logotipo muy recargado, porque hay demasiados elementos para grabar en la memoria y para recordar después. Una vez más, la sencillez es vital para un buen logo.
Por supuesto, esta impresión memorable no se logra únicamente con sencillez en el diseño, sino también con ingenio, con chispa, con humor, o con un guiño a la audiencia de la marca.
5. originalidad
Ay… la tan llevada y traída originalidad. En este mundo en que ya todo (o casi) está inventado, realmente es muy difícil crear algo absolutamente único. En cambio, cuando hablo de originalidad en el diseño de un logo me refiero a que debe ser diferente y singular dentro de su sector.
Si tienes un negocio de fotografía y tu logo incluye una cámara fotográfica, no te vas a diferenciar mucho. O si eres fotógrafa de bodas y en vez de una cámara tienes un ramo de flores… tampoco. Solo mira a tu alrededor y verás que estos logotipos son legión en la industria fotográfica.
Y esto, en realidad, es una ventaja. ¿Por qué? Pues porque te va a ser muy fácil diferenciarte con cualquier otra solución visual que encuentres.
6. durabilidad
Si cada tres o cinco años tienes que estar cambiando tu logo porque se ve “viejo”, tienes un problema. No solo porque rediseñar te va a costar tiempo y dinero, sino porque vas a confundir a tu audiencia.
Pero eso es lo que pasa cuando se toman ciertas decisiones de diseño con un logo por razones que no tienen que ver con la función del logotipo, sino porque está “de moda”. Los trends debes tenerlos en cuenta y puedes utilizarlos en tu beneficio siempre que sea conveniente, pero sin pasarte. Un logotipo debe ser vigente aun cuando haya pasado el último trend.
El diseño de un logotipo debe responder a razones justificadas… quizás la variante que mejor funciona o más potente no es la que más te gusta, pero hay que aprender a tener ojo crítico y tomar decisiones racionalmente y no solo por cuestiones de gusto o, peor, porque te aburriste del que tienes. Y ojo ¡que no digo que no te pueda gustar tu logo, eh! Lo que quiero decir es que hay que encontrar un equilibrio entre gusto, moda, y racionalidad.
7. relevancia
Si el diseño de tu marca debe hacerse con tu audiencia en mente, ¿por qué el diseño de su logo debería ser diferente? Es vital saber a quién te diriges, para poder diseñar bien el logo con el que te vas a presentar, y con el que te van a identificar.
Además, también es importante conocer los códigos y las convenciones de el sector, no sea que diseñes un logo para una pastelería que se asocie con una empresa de seguros.
Por otra parte, cuando se diseña un logo debe tenerse en cuenta en dónde va a estar la mayor parte del tiempo, o en qué formato es más importante. Por ejemplo, hace un tiempo el identificador de Johnnie Walker se rediseñó y se le dio un look más simplificado y moderno… en principio estaba bien, el problema es que esta decisión no tomó en cuenta el público y los valores que se asociaban a la marca, ni que en las etiquetas de las botellas realmente quedaba mucho mejor un diseño un poco más elaborado… ¿resultado? Rediseño al poco tiempo, retomando la imagen original de la marca, aunque con un trabajo de ilustración extraordinario para combinar detalle con simplicidad (utilizando solo áreas de color negro que crean formas de color blanco).
en resumen
Aunque el diseño de logos no es una ciencia exacta y hay que considerar siempre cada caso particular, hay varios factores que deben tenerse en cuenta. Esto no quiere decir que un buen logo tenga que tener necesariamente las siete características que te acabo de mostrar, pero viene bien no perderlas de vista para lograr el mejor resultado posible.